La verdad es que superar a las películas de Bourne protagonizada por Matt Damon era difícil, y lo sabían, pero la pasta es la pasta. Con esta cinta se intenta realizar una nueva franquicia y seguramente lo conseguirán.
Para mi gusto la trilogía de Bourne es difícil de superar, en el género acción y thriller, porque ésta tiene ese matiz que no tiene El Legado de Bourne (2012). Esta última es una película de acción del montón, que va directamente a la intensidad de las escenas de acción, en las cuales tampoco se han esmerado, donde se ven secuencias sencillamente planas y superficiales, donde el guión es muy blando, que se sostiene en “pastillitas”.
El actor Jeremy Renner interpreta a, Aaron Cross, un espía con el que han experimentado para ser más fuerte e inteligente, lo realiza muy bien, pero que no tiene ese importantísimo detalle de “misterio” que tenía Jason Bourne. Desde el principio el protagonista sabe quién es, sabe lo que tiene que hacer, y lo hace previsible. En las de la novela era todo una intensidad, tensión e intriga por lo que iba a suceder y por quién era Jason Bourne.
Jeremy Renner se le ve suelto en estos papeles, ya acompañó a Tom Cruise en su última “Misión”, además de ser unos de Los Vengadores (2012), Ojo de Halcón, pero en su filmografía tiene muy buenas películas donde demuestra sus dotes interpretativas, como por ejemplo The Town (Ciudad de ladrones, 2010) y En tierra hostil (2008), por la que fue nominado. Chicos, creo que este actor está de moda pero va a ser muy grande, ¡¡ya veréis!!
La actriz que lo acompaña es Rachel Weisz, una de las brujas de la película Oz, un mundo de fantasía que se estrenará en el 2013, y a la que recordaremos por su interpretación en Ágora (2009) o en La momia (1999), que tiene un papel aceptable como doctora científica.
Destacar también a Edward Norton, una estrella de Hollywood que me ha dejado un buen sabor de boca en esta ocasión, aunque no aparezca demasiado, tras verlo en Stone (2010), una mala cinta de la que es mejor olvidarse.
De toda la película voy a resaltar el comienzo, cuando Aaron Croos se encuentra en las montañas de Alaska y las atraviesa, para mí lo mejor de la cinta.
Por último… ¿qué pastillitas os faltan, las azules o las verdes?
UN SALUDO,
El cuñado favorito
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